Atucha II, la Central Nuclear que alimenta a gran parte del país

Derivado del impulso que Perón le dio a la energía nuclear pero que no pudo completar por la Revolución Libertadora, cientos de físicos argentinos comenzaron a impulsar la energía atómica. Y aunque no se crea, Argentina domina todos los procesos tanto civiles como militares de esta clase de poder.

Actualidad 08/03/2024
NOTA 1 ATUCHA

Hace 66 años, Argentina formalizó su presencia en el ámbito nuclear a través del Decreto N° 10.936, reconociendo la importancia estratégica de la energía atómica. En este contexto, la Central Nuclear Atucha II, ubicada en la localidad de Lima, partido de Zárate, se convirtió en un pilar fundamental en la generación de energía para el país, con una capacidad de 745 MW y una compleja tecnología basada en uranio natural y agua pesada.

La construcción de la Central Nuclear Atucha II comenzó en el año1982, pero entre 1994 y 2006 enfrentó un periodo de paralización. Fue el relanzamiento del Plan Nuclear Argentino en 2006 lo que revitalizó el proyecto, lo que marcó la recuperación de capacidades nacionales para diseñar y construir centrales nucleares.

Desde el punto de vista del diseño y construcción, Atucha II es una central moderna con sistemas de seguridad actualizados. Su enfoque de defensa en profundidad, sus barreras sucesivas, una esfera de contención y la separación física entre sistemas de seguridad la convierten en una instalación sumamente segura.

Atucha II contribuye significativamente a la matriz energética argentina, generando el 7% de la energía total para el país. La seguridad, sin embargo, es una prioridad indiscutible, como se refleja en las estrictas medidas de control y vigilancia que rodean la planta.

El acceso a la Central Nuclear Atucha II implica rigurosas medidas de seguridad. Desde detectores de metales hasta molinetes y medidores de radiación, cada paso está diseñado para garantizar la seguridad de los trabajadores y visitantes. A su vez, la supervisión de Gendarmería y Prefectura refuerza la seguridad en el área. 

En una entrevista con Mauro Albarracín, responsable de Asuntos Institucionales del complejo nuclear Atucha, destacó la importancia de la seguridad como valor principal. Explicó detalladamente las medidas implementadas y resaltó la necesidad de proteger no solo a los trabajadores, sino también a quienes visitan la planta.

"La seguridad es nuestro deber principal. Lo primero es un detector de metales. Como en cualquier aeropuerto, tenés un molinete que con una credencial personalizada habilita el ingreso. Lo más novedoso es un medidor de radiación, nosotros nos medimos tanto al ingresar como al salir de la planta".

Durante el recorrido, Mauro detalló las estrictas medidas de seguridad y los protocolos que adoptan los trabajadores de la planta, desde zapatos especializados hasta lentes y cascos obligatorios. Además, se explicó la existencia de una zona radiológicamente controlada, donde se requieren protecciones más avanzadas debido a la presencia de uranio.

A lo largo del video, se detalló el proceso de extracción y transformación del uranio en dióxido de uranio, el cual se convierte en el combustible que impulsa la planta. En cuanto a los residuos, los trabajadores de la planta desmitificaron la percepción negativa sobre los residuos, indicando que se enfrían y se almacenan de manera segura.

Argentina, pionera en energía nuclear en América Latina, se enfrenta a la responsabilidad de gestionar y expandir su capacidad energética de manera segura. Aunque Atucha II está impulsada por tecnología alemana, se busca independencia en este campo.

 

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