Milei rompió con Macri: no pagará por lo que puede tener gratis

Con su victoria legislativa y el auxilio norteamericano de su lado, Javier Milei cerró la billetera política y dejó a Mauricio Macri sin espacio. Empoderado por los votos y la devoción interna, desarmó la Jefatura de Gabinete, licuó al macrismo y blindó el triángulo de hierro con Karina y Caputo.

Política02/11/2025
NOTA

La política argentina tiene memoria de tiburón: olvida rápido, devora sin culpa. Mauricio Macri apostó a una derrota de Milei que le permitiera volver al centro del tablero como garante de gobernabilidad. Calculó mal. El libertario ganó con margen, sumó bancas propias y rompió el único activo que sostenía al expresidente: su capacidad de intermediar poder.

En cuestión de días, lo que se imaginaba una mesa compartida se volvió un banquete sin invitación. Macri pretendía ofrecer gobernabilidad a cambio de espacios en el gabinete. Milei, fortalecido por los resultados, decidió que podía comprar los mismos servicios a costo cero. Los diputados del PRO empezaron a emigrar, los gobernadores dejaron de llamarlo y su última ficha —Guillermo Francos— explotó en plena cena de reconciliación.

Francos era el puente. Su salida, pactada entre Karina Milei y Santiago Caputo, fue el mensaje: el Presidente ya no necesita mediadores. En el instante en que renunció, el vínculo con Macri se evaporó. A la salida de Olivos, el ingeniero masculló una frase que sintetiza su ocaso: “No hay nada que contar.”

Mientras tanto, en la Casa Rosada, la agenda seguía. La Jefatura de Gabinete fue degradada a oficina de prensa. Manuel Adorni —vocero fiel y trofeo del ala Caputo— reemplazó a Francos. La señal era clara: se acabó la intermediación política. Karina y Caputo iban a gobernar sin tutelas.

 

Caputo, Karina y el algoritmo del poder

Lo que parece caos tiene su orden. Milei no improvisa tanto como finge. En su cabeza, el poder funciona como un algoritmo: quien no suma, se descarta. Karina Milei asegura la cohesión partidaria, Caputo articula con el Tesoro norteamericano, y el Presidente define el relato. Todo lo demás, incluido el PRO, es decorado.

Macri ofrecía lo que Milei ya tenía: una base liberal, vínculos empresariales y relato antiestado. Pero el Presidente aprendió rápido que en la política, los aliados ideológicos no se compran, se descuentan. “¿Para qué pagar lo que igual va a entregar gratis?”, repite un funcionario de su entorno.

La victoria electoral permitió absorber al macrismo sin disparar una sola bala. Bullrich se adelantó y ordenó a siete diputados de su órbita pasarse a La Libertad Avanza. Otros seguirán el camino. No hay ruptura ideológica: hay cambio de empleador. El Mileísmo aprendió la vieja ley del mercado: si la demanda es fuerte, la oferta se acomoda sola.

Mientras los medios buscaban “la interna libertaria”, la hermana del Presidente consolidaba poder real. Karina Milei ya controla la estructura partidaria, la negociación legislativa y la comunicación política. Nadie entra a la oficina del Presidente sin pasar por ella. Caputo, por su parte, construyó su propio ministerio invisible: Economía, Cancillería y Moncloa en una sola persona. El modelo es claro: Milei habla, Karina ordena, Caputo ejecuta. No hay PRO que compita con esa arquitectura.

 

El costo cero del viejo poder

Macri se quedó con el discurso, pero sin el negocio. Intentó capitalizar el triunfo ajeno como “segunda oportunidad” para su proyecto, pero su marca política ya no cotiza. En el oficialismo lo describen como “un consultor caro de un producto que ya se fabrica in house”. Su promesa de aportar gobernabilidad se evaporó cuando los suyos cruzaron de vereda.

La ruptura de Francos —histórico burócrata del empresariado nacional, ligado a los Eurnekián y los Franco Macri— simboliza el fin de una generación política. El Presidente no tolera intermediarios con nostalgia desarrollista. El nuevo esquema no pasa por la burguesía nacional ni por los equilibrios federales: pasa por Washington, las criptas del Tesoro y el vínculo directo con los gobernadores que acepten las reglas del ajuste.

En esa lógica, Macri sobra. Milei no necesita un tutor. Tampoco un espejo. Ni siquiera un socio. En el reparto del poder, eligió no repartir.

La cena en Olivos fue la foto del cambio de época. Macri llegó con el libreto del viejo régimen: promesas de colaboración, advertencias sobre la institucionalidad y una frase de autoayuda geopolítica —“No desperdicies esta oportunidad con Estados Unidos apoyando”. Milei lo escuchó, asintió, y siguió cenando.

En esa indiferencia se selló el divorcio. Macri se retiró con las manos vacías, sin ministros, sin interlocutores, sin narrativa.

 

El nuevo orden del Mileísmo

En Balcarce 50 el aire cambió. No se discuten alianzas, se diseñan absorciones. Las provincias que antes necesitaban el aval de Macri ahora negocian directo con Caputo. Los bloques legislativos del PRO se achican a medida que crece el apetito libertario. Y los empresarios que supieron financiar a Juntos por el Cambio ahora visitan la Rosada con la gorrita celeste y blanca de las Fuerzas del Cielo.

Macri todavía intenta jugar de árbitro, pero el partido ya se juega en otra cancha. El Mileísmo le ganó a la vieja política con su propio manual: concentración, verticalidad y pragmatismo brutal.

Lo que Milei no entiende de administración lo suple con fe ideológica; lo que le falta en estructura lo reemplaza con convicción mesiánica. Y lo que Macri creía innegociable —su capital político— terminó siendo un bien de libre acceso.

El resultado es una paradoja: el libertario más antiestatista del país terminó estatizando la derecha entera. Macri pensó que podía condicionar el futuro. Milei le demostró que el futuro ya no lo incluye. El expresidente buscaba un lugar de influencia; obtuvo un asiento en la platea. Creyó que era el inversor principal del nuevo ciclo; terminó siendo la víctima del ajuste político. La frase que sobrevive en los pasillos del poder es tan cruel como precisa: —“Macri no perdió el poder: lo dejó de facturar.” Y en esa economía salvaje que es la política argentina, eso equivale a la ruina. Porque Milei no paga por lo que puede conseguir gratis. Y cuando alguien aprende a gobernar así, el mercado político deja de tener piedad.

En política, la indiferencia es más letal que la humillación. Milei no lo atacó: lo ignoró, y con eso bastó.

La era Milei no destruye partidos: los terceriza. Cada dirigente alquila su lealtad por horas, sin contrato fijo.

Te puede interesar
NOTA

Milei en Miami: medido, junto a Trump y pidió inversiones

Política06/11/2025

El presidente habló en el America Business Forum en Miami y repitió su libreto: elogió el capitalismo, atacó al kirchnerismo y al nuevo alcalde socialista de Nueva York, y llamó a invertir en la Argentina. La visita, discreta y con pocos actos públicos, mostró su alineamiento total con Estados Unidos.

NOTA

Coimas en ANDIS: Spagnuolo ahora dice que los audios son falsos

Política06/11/2025

Tras la victoria legislativa del 26-O, el ex titular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, ensayó un viraje judicial: pasó de discutir la legalidad de las grabaciones a denunciar que son “falsas” o creadas por inteligencia artificial. El giro busca licuar una causa que rozaba a Karina Milei y a los Menem, justo cuando la Justicia parece más dispuesta a mirar para otro lado.

NOTA

La Cámpora busca avanzar en el Club Atlético Independiente

Política06/11/2025

Desde la agrupación Identidad Roja denunciaron que La Cámpora utiliza a sus integrantes para asociarse y ser incluidos como parte del reempadronamiento. Anteriormente había ocurrido con el PRO y otros partidos de la política nacional. La palabra del secretario general de la agrupación y la polémica instalada.

NOTA

Argentina, peón del tablero de los negocios entre China y EEUU

Política04/11/2025

El Gobierno desactivó proyectos con China y profundizó su alineamiento con Donald Trump. La ruptura fue celebrada por Washington, pero en el fondo Estados Unidos y el gigante asiático ya sellan un nuevo equilibrio global. Milei cree estar eligiendo bando; en realidad, sólo fue incorporado al tablero.

NOTA

Milei no ganó el Presupuesto, ganó tiempo que vale oro

Política04/11/2025

El oficialismo logró el dictamen de mayoría del Presupuesto 2026 con apoyo del PRO, la UCR y algunos provinciales. No hubo triunfo estructural, pero sí una jugada estratégica: empujar el debate a diciembre, cuando el Congreso tenga más bancas violetas.

NOTA 1 RELANZAMIENTO

Milei James Brown: relanza poder y va por todas las reformas

Política03/11/2025

Tras el 26-O, el Gobierno pasó del borde del nocaut a marcar el ritmo. Con puesta, música y abrazos medidos, Milei reestrenó gabinete, aseguró el tercio para blindar vetos y decretos, y habilitó la “segunda etapa”: reforma tributaria, modernización laboral, Código Penal y Presupuesto 2026.

Lo más visto
Captura de pantalla 2025-11-03 181222

Festival Esperanza 2025: Franklin Graham con mensaje de unión y solidaridad

Actualidad03/11/2025

El 7 y 8 de noviembre, el Estadio José Amalfitani se convertirá en epicentro de un encuentro multitudinario que combina arte, fe y acción social. Con la presencia del predicador Franklin Graham y artistas internacionales, el Festival Esperanza Buenos Aires reunirá a más de dos mil iglesias y miles de voluntarios que ya trabajan en tareas solidarias en la Ciudad y el Conurbano.

NOTA

La Cámpora busca avanzar en el Club Atlético Independiente

Política06/11/2025

Desde la agrupación Identidad Roja denunciaron que La Cámpora utiliza a sus integrantes para asociarse y ser incluidos como parte del reempadronamiento. Anteriormente había ocurrido con el PRO y otros partidos de la política nacional. La palabra del secretario general de la agrupación y la polémica instalada.

NOTA

Meta: El juicio porno que puede cambiar el futuro de la IA

Actualidad07/11/2025

Meta enfrenta una demanda de USD 350 millones por usar cine para adultos descargado ilegalmente para entrenar sus modelos de inteligencia artificial. Detrás del escándalo judicial hay una pregunta más profunda: ¿hasta dónde llega el apetito del poder tecnológico cuando el cuerpo también se vuelve dato?