Lomas de Zamora: Marcelo Ramal: “Hay que noquear a Milei en las urnas”

Marcelo Ramal eligió Lomas de Zamora para patear el tablero con su estilo frontal. El candidato a diputado por la Tercera sección electoral no ahorró golpes: “El gobierno está contra las cuerdas, gangrenado por estafas y negociados con los fondos públicos que le sacaron a trabajadores y jubilados”. La metáfora de boxeo no fue casual: Ramal se vende como el contragolpe de una crisis que dejó a Milei más enredado en sus propios escándalos que en sus promesas de motosierra.

El dirigente de Política Obrera puso la lupa en el caso de los medicamentos: un negocio millonario que, según él, revela la “plataforma de negociados” sobre la que se montó el gobierno libertario. A eso le sumó otro dato que suena a alerta roja: el Banco Central jugando al límite con deuda y dólar futuro, un esquema que, dice, huele a default anticipado. Traducido: se compra tiempo, pero el mercado ya apuesta a que la bomba explote con una mega devaluación.

No se quedó en Milei. Ramal también disparó hacia la oposición clásica, a la que acusó de jugar al doble discurso: “Mientras acompañaron el ajuste en este año y medio, ahora practican su mejor cara de opositores”. Nombró a Kicillof, Pullaro y Sáenz como ejemplos de ese acting, más preocupados por encajar en la “nueva partitura patronal” que por enfrentarse en serio al modelo libertario.

Con esa foto de fondo, el mensaje fue directo: “El verdadero golpe al gobierno no se da en las calles ni en los sets de televisión: se da en las urnas el 7 de septiembre”. Y ahí Ramal busca marcar la diferencia: propone un voto obrero y socialista, con un programa que se presenta como la única alternativa “consciente” frente a un sistema donde, según él, oficialismo y oposición se reparten las cartas del mismo mazo.

Con estilo de esquina y micrófono abierto, Ramal resumió su apuesta en clave boxística: Milei está tambaleando, la oposición calienta en la esquina y él pide que el voto obrero sea el nocaut. El ring es septiembre y, según él, la pelea recién empieza.