Unión por la Patria apura el tratamiento del mega DNU de Milei

En medio de la convocatoria a sesión por la ley Bases y la reforma fiscal, UP busca “rechazar” el DNU 70/2023. A excepción de Máximo Kirchner, casi todo el bloque firmó el pedido.

Política 29/04/2024
Unión por la Patria apura el tratamiento del mega DNU de Milei

Vuelve la tensión política

 

El bloque de diputados nacionales de Unión por la Patria le presentó un pedido de sesión al titular del Cuerpo, Martín Menem, para llevar a cabo una sesión especial y tratar el DNU 70/2023 que ya tiene la desaprobación del Senado desde el 14 de marzo.

Esto fue anunciado por Germán Martínez, jefe de bancada de Unión por la Patria, en el plenario que dictaminó la ley Bases y la fecha solicitada por refiere al próximo martes 30 de abril a las 11, la cual está en medio de la sesión por el avance del proyecto de ley Bases y la reforma fiscal (comienza el lunes 29 a las 11 y seguirá al día siguiente), donde el oficialismo buscará su primer triunfo parlamentario.

El pedido lleva la firma de casi el 90% de los legisladores del bloque a excepción de los diputados nacionales Máximo Kirchner; la massista Marcela Passo; y el santafesino Roberto Mirabella; y el jujeño Guillermo Snopek, entre otros.

Desde el día del rechazo en la Cámara alta, los legisladores de UP habían anunciado que harían uso del pedido de sesión para “rechazar el decreto” cuando tuviesen aseguradas las 129 acepciones necesarias para lograrlo. Sin embargo, a pesar de que diputados de otros bloques habían manifestado su intención de rechazo, el destino del DNU es una incógnita.

A esto se le suma que el oficialismo y los bloques dialoguistas estarán enfocados en el tratamiento de la ley Bases y el proyecto de la reforma fiscal, que tras semanas de negociaciones, obtuvieron sus respectivos dictámenes para ser tratados en el recinto.

Respecto al decreto de necesidad y urgencia llamado Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina del presidente de la Nación, Javier Milei, publicado en el Boletín Oficial el 21 de diciembre del 2023 y rechazado por el Senado el 14 de marzo, encontrará esta vez -en caso de tratarse- su rechazo definitivo o su aprobación.

 

Martín Menem no quiere más derrotas

Martín Menem está decidido a no repetir el fracaso de febrero: este lunes, Javier Milei tendrá su Ley Ómnibus. Será una versión reducida, desguazada a cambio de la tranquilidad de que el gobierno nacional no tendrá que sufrir una nueva humillación en el Congreso. Esta vez, el oficialismo hizo los deberes y se dejó "ayudar" por los aliados: aplicó motosierra a los artículos que no tenían número, armó poroteo tentativo y organizó la sesión de modo de que no pueda haber sorpresas. Pero nadie se anima aún a cantar victoria. Son varios los capítulos que están justos - como la reforma del Estado y Ganancias-  y que, de caerse, podrían despertar una ira presidencial que desbarate los últimos meses de negociaciones. Eso es lo que más temen los propios y los aliados. "Que le den rivotril y le saquen el celular. Tenemos que ir al recinto, sacar esta ley y basta", se acelera un aliado para quien el fin de semana, con la posibilidad de nuevos tironeos y negociaciones, se le está haciendo eterno.

Menem reunió a los diputados opositores que actuaron casi como co autores de la nueva versión de la Ley Ómnibus para un último pantallazo pre sesión. Junto a Silvia Lospennato y Cristian Ritondo (PRO), Nicolás Massot, Juan Manuel López y Oscar Agost Carreño (HCF), Pamela Calletti (Innovación Federal), Alejandro Cacace y Soledad Carrizo (UCR), el presidente de la Cámara se puso armar la logística de la sesión para, esta vez, llegar al Día D con el terreno preparado. Se desglosó cada capítulo de la ley Ómnibus y del paquete fiscal y se poroteó cada coma con las autoridades de la oposición friendly. Se organizó, a modo de labor parlamentaria - sin el peronismo y sin la izquierda -, la dinámica de la sesión del lunes, que Menem calcula que se extenderá por unas 26 horas. Se definió hasta cuándo los opositores podrían anotarse algún tanto de cara a sus electores y emplazar las comisiones para tratar la reforma de la movilidad jubilatoria y el FONID.

"Nosotros ya le preparamos el terreno, ahora es cuestión de no romper nada". La frase no lo dice uno, sino varios dirigentes del radicalismo, HCF y el PRO. Al igual que los gobernadores cambiemitas, la oposición dialoguista necesita que el paquete fiscal se apruebe, que Milei tenga un triunfo político que mostrarle al FMI y que, finalmente, se pueda liberar el Congreso para tratar otros temas.

 

Inestabilidad emocional

El discurso de Javier Milei en la cena de la Fundación Libertad -donde imitó a economistas críticos, se burló de participantes y faltó el respeto a propios y extraños- volvió a encender las alarmas sobre la personalidad y la estabilidad emocional del mandatario, algo que se había planteado como una luz roja en la campaña, en el período previo a la primera vuelta electoral. La mayoría de los presentes en una platea muy afín, dado que la Fundación es un think tank conservador y liberal, coincidieron que la ponencia “fue una payasada y técnicamente inentendible” (intentó explicar el orígen del concepto salario con apelaciones equivocadas sobre la sal como moneda), y apuntaron, además, que “hay que cuidar los niveles de intelectualidad, Milei no deja de ser el Presidente”.

El dato es políticamente más relevante por la pertenencia ideológica de esa tribuna, pero no es el único detalle a mirar: un puñado nada despreciable de los asistentes al evento, muchos ceos que operan como evangelizadores de Milei, explicaron a este diario que “para hacer estos cambios se necesitaba un loco”.

En este contexto, la pregunta que se hicieron muchos de los asistentes a la Fundación Libertad es por qué Milei volvió a quedar en desequilibrio emocional esta semana, casi a los niveles que mostró en campaña. La desconexión, para muchos, tuvo que ver “con el golpe que sufrió a raíz de la marcha de las universidades”. Los que abonan esa teoría lo justifican diciendo que “lo mismo le pasó aquel fin de semana donde se cayó el paquete fiscal de la Ley Ómnibus”. En esos días, su hermana debió calmarlo en privado, porque estaba furioso con el ministro de Economía, Luis Caputo, el ministro del Interior, Guillermo Francos y el jefe de Diputados, Martín Menem, por no haber conseguido respaldo y aval a la norma. Ahora hasta los propios le piden no entorpecer la ley de bases con sus bravuconadas y exabruptos.

 

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