
Cuando hablamos de sentido de la realidad, descansamos en el hecho que compartimos con otros, nuestra percepción acerca de la solidez del entorno en el cual nos movemos y nuestra propia identidad cuando este se fractura, si no contamos con supuestos básicos comunes respecto a cómo es la percepción sobre el mundo que nos rodea se dificulta mirar en la misma dirección.