Asaltaron al suegro de Nahuel Molina en Lanús Este

La violencia irrumpió sin previo aviso en una noche tranquila de Lanús Este. Claudio Occhiuzzi, suegro del jugador de la Selección Argentina Nahuel Molina, fue víctima de una brutal entradera cuando cenaba con su familia. Cuatro delincuentes armados ingresaron por la fuerza a su vivienda, lo amenazaron a punta de pistola y lo golpearon en la cabeza mientras exigían dinero. “Me pusieron el revólver en la cabeza y me dijeron que si encontraban plata me mataban”, relató la víctima con el pánico aún en la voz.

El violento asalto se transformó rápidamente en un despliegue policial de alto riesgo. Efectivos de la DDI de Morón estaban tras los pasos de un auto sospechoso, cuya patente había sido detectada por las cámaras municipales. El vehículo los condujo directamente hasta la casa de Occhiuzzi. Al intentar identificar al conductor, este embistió un patrullero y desató una feroz balacera con los agentes. En paralelo, otros cómplices salían corriendo de la casa con pertenencias robadas.

Uno de los ladrones (23), fue el primero en caer. Llevaba pasamontañas, guantes de látex y una barreta. Tenía pedido de captura desde 2022 por robo agravado y asociación ilícita. Otro (22), fue interceptado tras ingresar a una vivienda a dos cuadras, herido de bala en una pierna. Le secuestraron un revólver .357 Magnum. También tenía orden de detención vigente. El tercer implicado, (20), fue capturado por la Policía Local con una mochila cargada de herramientas para violentar accesos. En el lugar, también se recuperó una pistola 9 mm con cargador extensible y “miguelitos” para entorpecer la persecución.

Durante el operativo, los policías ingresaron incluso a un gimnasio para intentar acceder a la terraza de la casa. Una mujer grabó la secuencia cuando los efectivos armados irrumpieron en plena clase para dar con los prófugos.

A pesar de la violencia desatada, ninguna de las víctimas resultó herida. Occhiuzzi fue golpeado, encerrado en una habitación y amenazado de muerte, mientras su familia era retenida en el living. "Pensé que me mataban. Tenía un pánico terrible", aseguró. Los delincuentes, organizados con handy y tijeras neumáticas para cortar rejas, escaparon inicialmente con valijas cargadas, pero el tiroteo los desorganizó y tres fueron reducidos.

La causa quedó en manos de la fiscal María Alejandra Bonini, de la UFI descentralizada de Ituzaingó. Los tres detenidos están imputados por robo agravado en poblado y en banda, con uso de armas y por efracción. El caso pone nuevamente en evidencia la violencia urbana en el conurbano sur y la persistencia de bandas con alto grado de organización y peligrosidad.

El suegro de Nahuel Molina y su familia, por fortuna, pudieron sobrevivir a una noche de terror que no olvidarán jamás.