Baeza: “Los crímenes de odio emergen de muchas violencias incluyendo las económicas”

“Desde la aparición de la ultraderecha como agente político, las mujeres, las feminidades, quienes integramos el colectivo LGBTIQ+ vivimos un ascenso de los crímenes de odio”, advirtió la investigadora y gestora cultural.

Actualidad 14/05/2024
NOTA CRIMENES DE ODIO

Por Somos Télam

 

Presente en la Convocatoria Federal y Plurinacional “No es libertad, es odio. Fue lesbicidio”, realizada el viernes pasado en Plaza Congreso, cuando Andrea Amarante luchaba por su vida y el ataque lesboodiante había cegado la vida hasta ese día de dos y no tres mujeres, la investigadora y gestora cultural Federica Baeza vinculó la masacre ocurrida en el barrio porteño de Barracas con las políticas sociales y económicas que el Gobierno de Javier Milei lleva adelante desde diciembre del año pasado. 

“Los crímenes de odio son el emergente de un montón de otras violencias, incluidas las económicas”, reflexionó ante Somos Télam la también profesora y curadora especializada en arte contemporáneo, quien durante la gestión de Alberto Fernández se desempeñó como directora de Palais de Glace. 

El crecimiento de los crímenes de odio

“Desde la aparición de la ultraderecha como agente político, las mujeres, las feminidades, quienes integramos el colectivo LGBTIQ+ vivimos un ascenso de los crímenes de odio”, advirtió Baeza.

En relación al caso, este lunes a las 18 está prevista una nueva convocatoria en el barrio porteño de Barracas, donde se produjo el lunes pasado el ataque que mató, además de a Amarante, a Paula Cobas y Mercedes Roxana Figueroa, mientras una cuarta, Sofía Castro Riglos, evolucionaba favorablemente

–Somos Télam (ST): Estás presente en la convocatoria, ¿en qué contexto político inscribís el ataque?

-Feda Baeza (FB): Desde la aparición de la ultraderecha como agente político, las mujeres, las feminidades, quienes integramos el colectivo LGBTIQ+ estamos en un momento bisagra. Vivimos un ascenso de los crímenes de odio. Si vemos las estadísticas del Observatorio de Género (en la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires) de los años 2020, 2021, 2022 y 2023, ya acumulamos un 10% más y sabemos que los crímenes de odio son el emergente, la punta de iceberg de un montón de otras violencias. Es decir, hay gente desde el Estado que, y hay que decirlo de este modo, negocia con los discursos de odio todo el tiempo para sentar diferencias, para estimular miedos, para estimular el odio que se asienta básicamente más fuertemente en las clases populares. Porque si desgranamos los crímenes de odio, por ejemplo, la gran mayoría están dirigidos a personas de nuestra comunidad con menos posibilidades de defenderse. 

Esta persona que ejerció un crimen de odio (NdR: Justo Fernando Barrientos, de 68 años) es un jubilado, (quien) más allá de las consideraciones que tengamos sobre su lugar y cómo reaccionó, como tantos otros odiadores están siendo vehiculizados en un régimen donde la precarización, el disciplinamiento laboral, la escasez de los recursos, potencian estas reacciones. 

Entonces acá hay una estrategia estructural y sistemática de la ultraderecha argentina, así como fue en otros escenarios globales para potenciar los discursos de odio y así tener rédito electoral, político y económico. 

–ST: ¿Qué rédito crees que persigue a través del ensañamiento contra las feminidades y diversidades?

-FB: Por un lado, son procesos de estigmatización para copar la agenda pública, lo que hacen es generar esos discursos de odio para ocultar procesos de concentración económica, procesos de disciplinamiento, procesos de precarización (social), procesos de vulneración de derechos. O sea, por un lado es llenar la agenda (mediática) de este tipo de casos, lo hace (el presidente Javier) Milei, (el expresidente de Brasil) Jair Bolsonaro y (el expresidente de Estados Unidos) Donald Trump. Estamos asistiendo, en más de cuatro décadas, a retrocesos de derechos que a escala planetaria no se habían visto. 

Por eso creo, que este tipo de ataques buscan, por un lado, copar la agenda con una cortina de humo, de distracción y, por otro lado, es sentar dentro de, insisto, los sectores de las clases populares lugares de división, de enfrentamiento y de odio que no les permitan visualizar con claridad quiénes son los verdaderos agentes que básicamente atentan con contra nuestras condiciones de vida.

–SM: ¿Crees que, como dijo una de las voces que compartieron la visión en esta convocatoria, estamos ante una contraofensiva patriarcal por parte de sectores del Gobierno?

-FB: Sí, absolutamente. Es decir, Milei representa la ofensiva patriarcal. Se alimenta del odio, del temor, de la pérdida de ciertos privilegios, del cuestionamiento que implica repartir los recursos de otro modo. 

Por otro lado, el sistema económico actual mundial no funciona sin su eje patriarcal. Por ejemplo, la brecha salarial entre los varones y las feminidades en nuestro país ronda el 25%, a lo que se agregan los procesos de concentración económica. Cuando aumenta la desigualdad social, quienes más pierden recursos son las feminidades y las diversidades. Entonces acá hay una estructura económica que no se entiende sin un sistema patriarcal de privilegios, que básicamente es el reconocimiento de ciertas subjetividades y el no reconocimiento de otras subjetividades.

–ST: ¿Qué rol desempeñan, a tu juicio y en líneas generales, provincias y municipios, dado que La Libertad Avanza no tiene administra el Poder Ejecutivo en ninguna de esas jurisdicciones?

-FB: Vivimos en un país que no es verdaderamente federal, en el cual quien concentra los recursos y las decisiones muy fuertemente es el Gobierno central. Muchas de las jurisdicciones provinciales se están sintiendo atenazadas por la escasez de recursos por parte del Gobierno central. Eso le (a este) permite avanzar muy fuertemente también (en sus agendas regresivas).

Pero además del sistema institucional es clave el rol de los sectores económicos concentrados. Y, en este punto, es importante entender cómo el sistema patriarcal tiene que ver con el sistema económico en el que vivimos. 

Hace unas semanas vimos la foto de Javier Milei con unos treinta empresarios y CEOs de los distintos grupos económicos del país (NdR: se refiere al Foro Llao Llao, que se llevó a cabo en el exclusivo hotel homónimo y concluyó el 19 de abril pasado). Eran todos gente blanca, o sea, la fractura que une racialización y distribución de recursos económicos. Solo tres eran feminidades. Lo mismo quedó comprobado cuando sancionó el Impuesto a la Riqueza en tiempos del Gobierno anterior: el 85% de los aportantes fueron varones cis. 

Es obvio entonces que esa gente quiere que las personas gestantes puedan trabajar hasta 10 días antes de parir, quiere reducir la posibilidad de jubilación de las feminidades. Es por ello que todos estos sesgos hay que empezar a ponerlos en relación. Las cosas que se piensan separadas y distantes hay que empezar a ponerlas en serie y leerlas de ese modo.

 

Nueva convocatoria

“Las prendieron fuego por lesbianas. Las prendieron fuego por lesbianas pobres. Las prendieron fuego por lesbianas pobres haciendo comunidad. Las prendieron fuego por no ser funcionales al sistema. Las prendieron fuego con una bomba mientras dormían”, así lo advierten las organizaciones sociales, territoriales y lésbicas que llamaron a concentrarse a las 18 de hoy en la Avenida Montes de Oca 800, donde se encuentra Plaza Colombia. 

A través de un comunicado, las y los convocantes llamaron “al fortalecimiento de la comunidad y al acompañamiento como forma de resistencia contra la violencia política y simbólica”. 

Y lanzaron una colecta o “apañe colectivo” para ayudar a Sofía, la única sobreviviente, quien todavía se recupera de las lesiones sufridas en el marco del ataque lesboodiante. 

“Antes tenía poco, ahora solo tienen la solidaridad y el apañe colectivo. Perdió a sus amigas, Pamela, Roxana y Andrea, perdió sus cosas en el mismo fuego asesino y lesbocida, ahora tenemos que acompañarlas a reconstruir un lugar donde vivir”, indicaron en su comunicado.

 

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