Nuevo golpe al bolsillo: luz y gas suben hasta un 3% en mayo con un cuadro tarifario a medida de las empresas

La Secretaría de Energía precisó de cuánto será el aumento en mayo y anticipó que pondrá en marcha la demorada Revisión Quinquenal Tarifaria.

Actualidad30/04/2025
luz-gas

La luz y el gas volverán a aumentar en mayo entre un 2,5% y 3%, pero esta vez con una particularidad. Con algunos meses de demora, finalmente se oficializarán en los próximos días, tentativamente mañana, los nuevos cuadros tarifarios con la nueva fórmula que determinará cómo aumentarán ambos servicios por los próximos cinco años. Se trata de la implementación de la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT), que las empresas distribuidoras venían reclamando hace años para actualizar sus costos de funcionamiento.

 

"Los entes (ENRE y ENARGAS) están trabajando para sacar las resoluciones con los cuadros tarifarios mañana", señalaron a El Destape desde la Secretaría de Energía. Las fuentes explicaron que para mayo habrá un aumento de "entre el 2,5% y 3%" en las facturas finales, los cuales deberían enmarcarse "por debajo de la inflación".

 

En la misma línea, desde la cartera que dirige María Tettamanti anticiparon que estos nuevos aumentos que se publicarán (posiblemente) este miércoles ya se enmarcarán dentro de la RQT.

 

La RQT era reclamada hace años por distribuidoras y transportistas de luz y gas, las cuales se amparaban en el atraso del precio de las facturas finales y en la falta de previsibilidad para justificar las fallas en sus servicios, haciendo hincapié en la progresiva suba de costos.

 

Durante las audiencias públicas celebradas para ambos servicios en febrero pasado se había dispuesto lanzar la RQT entre marzo y abril, pero hasta ahora su publicación seguía demorada. De hecho, la semana pasada el ENARGAS había pospuesto la publicación de la RQT por 60 días para el gas, lo que volvió a disparar especulaciones sobre si el Gobierno estaría realmente dispuesto a disponer un aumento tarifario sostenido, ya pospuesto años anteriores, justo ahora en pleno período electoral. Ahora, Energía disipará esas dudas con la presentación oficial de los cuadros.

 

Luego del aumento inicial de entre 2,5% y 3% en mayo, en los meses siguientes las tarifas se ajustarán por una fórmula "polinómica" que tendrá en cuenta la inflación tanto minorista como mayorista (IPIM) publicada por el Indec, señalaron desde Energía. Aun así, aclararon que esos aumentos post mayo estarán "cuotificados en largas cuotas" con el fin de "morigerar el impacto en las tarifas". Si esto implicara que la fórmula se vea morigerada en los hechos, podrían volver las quejas de las empresas.

 

Como sea, lo que se terminarán son los aumentos discrecionales desde el Poder Ejecutivo de los últimos años, que el Gobierno de Milei había procurado mantener por debajo de la inflación. Ahora, las subas seguirán siendo mensuales pero ya estarán estipuladas de antemano por los próximos cinco años, "lo que va a dar mucha previsibilidad tanto al usuario como a las empresas". La duda es si esto quiere decir que las subas pasarán a estar por encima de la inflación (como ocurrió en estos meses con el transporte de colectivos en CABA y Provincia de Buenos Aires), lo que se terminará de conocer cuando se publique oficialmente la nueva fórmula.

 

Vale aclarar que la RQT abarca tanto a la luz como al gas, pero solo en los tramos de transporte y distribución. El tramo de generación mayorista en ambos servicios queda por fuera, por lo que sí podrá seguir a discreción del Ministerio de Economía. En principio, admitieron desde Energía, los ajustes en este segmento continuarán siendo mensuales, con la idea de que tiendan a mediano plazo a una suba trimestral como indica la ley.

 

Además, la RQT abarca, lógicamente, solo a las empresas supervisadas por el Estado nacional desde el ENRE y el ENARGAS. Es decir, estos nuevos cuadros y su fórmula de ajuste únicamente afectarán, en la electricidad, a las distribuidoras del AMBA (Edenor y Edesur) y a las transportistas nacionales, pero no a las distribuidoras del interior. En el caso del gas, cuyo control es nacional, sí abarcará a todo el país tanto en transporte como en distribución.

 

Desde una perspectiva más amplia, la puesta en marcha de la RQT se enmarca en el nuevo acuerdo con el FMI. Por un lado, este incluyó explícitamente una quita de subsidios a los servicios, precisamente bajo la intención de una normalización tarifaria que disponga de aumentos más sostenidos. Por el otro, la liberación del cepo ordenada por el Fondo implica una posible mayor volatilidad en el tipo de cambio, justamente cuando la energía se encuentra dolarizada. Permitiendo subas continuas e indexadas, el Gobierno puede garantizarle a las empresas aumentar su rentabilidad y cubrirse de eventuales vaivenes de los mercados en el nuevo contexto de una divisas más liberalizada.

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