El Caso Nisman: cuando los muertos sirven para hacer política (Y tapar otros pecados en el placard)

Las operaciones y contraoperaciones están a la orden del día entre los diferentes actores de la Comunidad de inteligencia. Un sistema que no se encuentra atado a los estamentos administrativos públicos, si no que abarca espacios privados corporativos y grupos de interés. La muerte de Nisman siempre sirve para darle de comer a las “vendettas” políticas.

Política29/01/2024
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Por Nicolás Fernández Rivas

La Guerra en la Comunidad de Inteligencia profundizada desde la llegada de Milei al poder, arrecia como una tormenta que amenaza con consecuencias incalculables.

Esto es así, porque el enfrentamiento entre poseedores de información clave que no puede salir a la luz y que involucran, vida, obra y pecados de autoridades, jueces, militares, políticos, empresarios, puede precipitar la aparición pública de “carpetas”, es decir, dossiers personales recopilados convenientemente y con la máxima prestancia en la “disciplina del silencio”.  Y siempre guardadas por si las moscas.  

Es el juego de todos los agentes de inteligencia del planeta. “Cuídate el culo”, dice Marcos, en la fabulosa “Nueve Reinas” interpretado magistralmente por Ricardo Darín. En un mundo donde los errores no se perdonan, pisar el palito no está permitido si no se quiere sufrir. El mundo de inteligencia está forjado por operaciones y contra operaciones. No siembre realizadas por el interés sagrado de la Nación, si no por el de los propios agentes. Y el de su seguridad y poder.

Hace más de 170 años, Karl Marx expresó las siguientes frases en su famoso “18 Brumario de Luis Bonaparte”: “La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal”. 

 Se trata de un medio, donde habitualmente publica Pablo Lanusse. 
Todo aquel que se define como adalid de la transformación o que pretender serlo, necesitan colgarse de un muerto venerable para fijar enemigos y representar la gran obra teatral del “cambio”. 

Días atrás un portal de noticias, en el cual circulan versiones y opiniones de diferentes actores de inteligencia, disfrazadas de loables objetivos y no exentos de blanqueamientos turbios puso on line la reproducción textual de una nota publicada en el portal digital de Clarín llamado “Las declaraciones secretas de los espías sobre el día que mataron a Nisman” escrita por Héctor Gambini, un periodista especializado en política y gatillero comunicacional del Grupo que adscribe fanáticamente a la tesis de que a “Nisman lo mataron por su investigación contra Irán”. Algo que podría ser posible, si tuviera algún sentido. La misma fue publicada el día 07 de mayo de 2023.

¿Por qué decimos que no tiene sentido? Porque si lo tuviera, muchas personas ya serían carne de presidio y sin embargo, la causa sigue parada. Durante 2022 les tomaron declaración a unos 80 agentes de la AFI y no obtuvieron nada relevante. Pero, la causa, como un muerto venerable siempre vuelve con su espectro a beneficiar especialmente al relato macrista. 

Volviendo a la nota republicada. Se trata de un medio donde suele verter opiniones, el abogado Pablo Lanusse, ex fiscal que se desempeñó en el ámbito porteño y que dio el paso a la política en 2003, cuando se incorporó al Ministerio de justicia que estaba a cargo de Gustavo “Zapatitos Blancos” Beliz, por supuesto, rindiendo pleitesía al lado peronista de la vida, que ya en ese momento encabezada Néstor Kirchner. Incluso fue delegado argentino en el Grupo de Acción Financiera contra el Lavado de Dinero (FATF – GAFI), un espacio donde generalmente habitan representantes judiciales y también el brazo auxiliar de la misma: los servicios de inteligencia. 

Su apoteosis política la alcanzó cuando “El Pingüino” lo nombró interventor de Santiago del Estero para poner fin al feudo Juárez que gobernó la Provincia con mano de hierro desde1949. Nina Juárez, que en ese momento ejercía como gobernadora ad hoc del caudillo, su esposo, fue destituida y acusada judicialmente.  

Luego de una gran carrera en ejercicio privado del derecho, se convirtió en opositor al kirchnerismo. Participó como candidato del Unión para el Desarrollo Social en 2011, elección que Cristina Fernández arrasó. 

Más tarde, en una nueva voltereta política se recicló como asesor, hombre cercano y abogado de Mauricio Macri. Hoy es una de las espadas más duras que tiene el macrismo para acicatear a la oposición peronista y respaldar al gobierno de Milei. O más adelante, si las papas queman, repudiarlo.

La nota de Clarín que repite “La Otra Cara de la Noticia”, el medio de marras de Coronel Suárez, habido de información jugosa, para jugar en primera en los mentideros de la política porteña y platense -algo legítimo por otro lado-, habla de toda la rosca política entre los agentes de la SIDE, como Situsso, Pocino, Massino entre otros decisores en relación a la crisis por la muerte de Nisman, que catapultó a gran parte de la conducción de “La Casa”. Pólvora altamente volátil que venía desde hace rato buscando la chispa que la hiciera estallar. 

Sin embargo, cabe preguntar si las declaraciones de los espías, en su rol de material secreto, no es privativo de los fiscales y de quienes investigan el caso, en vez de ser, insumo comunicacional para otros actores y decisores con intereses contradictorios con los mencionados. ¿Sólo el fiscal, Gambini y Lanusse pueden tener acceso a las declaraciones reservadas?. 

La remake de la nota, cuando ya el caso Nisman va quedando en las intrigas del crimen o suicidio, no tiene otra explicación que revivir viejas internas de “La Casa” y buscan nuevos desfiladeros judiciales para los (¿Ex?) miembros de la SIDE. 

Si bien están lejos de ser “nenes de pecho”, son también utilizados para dar grandes golpes de efecto, esperando que alguien en la nueva gestión de Milei, con un sistema de inteligencia cooptado por militares, siempre desconfiados de los civiles, vuelva a retomar el caso para generar cortinas de humo, que desvíen la opinión pública de la crisis y de otras causas, como las que involucran al ex Presidente Macri, defendido por el especialista en derecho Pablo Lanusse. 

En el mundo de la inteligencia, en las mazmorras de la Democracia, siempre sale buen material, para crear lindos casos para alimentar a la “gilada”, esa opinión pública siempre fluctuante y muy difícil de manejar en una dirección por mucho tiempo. Lección que deberían aprender los "malos", los "buenos" y los "feos". 

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