La visita de libertarios a genocidas generó crisis en LLA

Los 38 diputados oficialistas habían sido invitados a visitar a los represores, pero aceptaron seis: Bonacci, Araujo, Montenegro, Arrieta, Ferreyra y Benedit. Varios tienen llegada a la vicepresidenta Villarruel.

Política19/07/2024
NOTA 1

Una legisladora había presentado la ley para derogar el aborto y otra está acusada de presentar avales truchos para su candidatura.

 

“Por suerte fueron pocos y, si querés, los más polémicos y los más boludos. Se equivocaron y caemos todos. Fueron exclusivamente por eso, para ver a los represores”. Quien habla es un diputado nacional de La Libertad Avanza con cierta experiencia parlamentaria y roce político, características que no abundan en la bancada oficialista. Aún no puede salir de su asombro luego de leer en el grupo de WhatsApp libertario este miércoles a la mañana la explicación que dieron sus colegas sobre la polémica visita en el penal de Ezeiza a Alfredo Astiz y otros genocidas condenados por delitos de lesa humanidad. 

La comitiva de los diputados oficialistas que visitaron a los represores fue encabezada por Beltrán Benedit, diputado por Entre Ríos, quien gestionó personalmente el convite que le llegó a su despacho aparentemente desde el círculo de los presos. La invitación al resto de los 38 miembros de la bancada que conduce formalmente el cordobés Gabriel Bornoroni, pero solo cinco aceptaron: Guillermo Montenegro (diputado por Buenos Aires), Alida Ferreyra (Corrientes), Lourdes Arrieta (Mendoza), María Fernanda Araujo (CABA) y Rocío Bonacci (Santa Fe). 

La cita se concretó en Ezeiza el jueves 11 de julio pasado y habría sido en un salón común dentro del penal, no en las celdas de los detenidos. El argumento inicial del encuentro fue para conocer el estado de los presos en la cárcel, sin dar definiciones. “No dijeron para qué. Solo dijeron quién quería ir”, recogió este medio sobre la primera reacción que hubo en el bloque oficialista días atrás. Ya en enero pasado elDiarioAR publicó que una de las estrategias de los defensores de los represores era motorizar a partir del nuevo Gobierno –muy afín a la narrativa negacionista– el pedido de las domiciliarias por las condiciones de las cárceles y la edad de los detenidos. 

Aunque no participó, los legisladores capitaneados por Benedit tuvieron la venía para moverse de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados. Al lado del jefe del cuerpo buscaron aclarar la situación ante la consulta de elDiarioAR: “El objetivo fue tomar conocimiento sobre cómo están viviendo todos los presos de más de 70 años”, explicaron en el círculo más íntimo del jefe del cuerpo sobre lo que hicieron los seis diputados libertarios. “Tené en cuenta que les llegan a diario muchas cartas y pedidos para que revean muchas situaciones del Estado, dentro de ellas el Sistema Penitenciario Federal”, agregó la voz consultada. Fue esa misma fuente la que aseguró que la presencia de los legisladores oficialistas se limitó a una parte de penal: “Solo pudieron acceder a los presos que están en el salón común”. Tajantemente evitó hablar de los genocidas allí alojados.

El argumento de que fue una visita más a la cárcel duró muy poco, apenas el propio Benedit se hizo eco en el grupo libertario de la primicia de LaPoliticaOnLine. “Fuimos a ver ex combatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional”, le aclaró Benedit a sus pares en su WhatsApp. Rechazó enfáticamente el calificativo “represores”. No dijo a quiénes puntualmente, pero el medio detalló que se entrevistaron al menos con diez genocidas.

La comitiva legislativa habría visto al ex oficial de la Marina Alfredo Astiz y al exagente de inteligencia del Batallón 601 Raúl Guglielminetti. Los legisladores también se encontrarn con Antonio Pernías (miembro del grupo de tareas 3.3.2 en la por entonces ESMA), Gerardo Arráez (integrante del circuito represivo en Club Atlético, Banco y Olimpo), Honorio Carlos Martínez Ruíz (ex agente de la SIDE), Juan Agustín Oyarzábal Navarro (ex oficial de la policía de Mendoza), Juan Manuel Cordero (represor uruguayo), Mario “el Cura” Marcote (de la Patota de Feced en el Servicio de Informaciones, en Dorrego y San Lorenzo, en Santa Fe), Miguel Angel Britos (expolicía) y Adolfo Donda (exoficial de la Armada y secuestrador de su sobrina la ex diputada Victoria Donda).

El mensaje en el grupo libertario fue de tal magnitud que la primera reacción fue de estupor entre los legisladores. “Nadie le respondió”, consignó una fuente parlamentaria a este medio sobre qué pasó al instante posterior del escrito de Benedit.

Las primeras horas de la filtración de la visita a los represores generó una nueva crisis dentro de la bancada de LLA, luego de que meses atrás fue destituido Oscar Zago como jefe de bloque, tras un enfrentamiento con Milei por la comisión de Juicio Político. Hubo acusaciones cruzadas entre los libertarios, pero todo por lo bajo. La Casa Rosada no se hizo eco públicamente. “No entiendo porqué hicieron eso, nadie le está pidiendo nada a nadie”, dijo con tono de indignación un legislador de LLA consultado sobre el ánimo interno tras la visita de los seis diputados oficialistas a represores.

El desconocimiento público sobre Benedit, Montenegro, Ferreyra, Arrieta, Araujo y Bonacci les juega a favor, aunque algunos ya fueron protagonistas de polémicas resonantes. Bonacci fue la diputada oficialista que presentó por su cuenta un proyecto para derogar la ley del aborto, en febrero pasado, pero no prosperó ni entre los suyos. Arrieta cobró notoriedad cuando asistió a una reunión de comisión en Diputados con un patito amarillo “kawaii”, aunque su antecedente político es que entre los avales que presentó para su sello partidario en Mendoza anotó a personas fallecidas. 

Arrieta y Bonacci también tienen mucho vínculo personal con Victoria Villarruel, espada del Gobierno en el acercamiento con la familia militar. La vicepresidenta tuvo como mano derecha hasta hace meses atrás al diputado Montenegro y había invitado a la diputada Araujo en el acto negacionista que hizo el pasado en la Legislatura porteña.

Benedit, cabecilla del grupo que fue a Ezeiza, es productor agropecuario y hasta su candidatura en Entre Ríos era director de la Sociedad Rural Argentina y del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre). Llamó la atención hace poco cuando se negó a que se declare de interés las Estrellas Amarillas que identifican a las víctimas de trásito por considerarlas “símbolos paganos”. Ferreyra entró al bloque casi por la ventana: asumió recién en enero –y no el 10 de diciembre– como suplente de Sandra Pettovello, que estaba en la lista de diputados por CABA pero no llegó a su banca al ser designada ministra de Capital Humano.

 

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