
En una sencilla pero emotiva sesión en el Consejo Escolar de Almirante Brown (CEAB).
La banda de que revoluciona el heavy/power metal mantiene un presente de crecimiento sostenido dentro de la escena independiente.
Cultura 05/06/2025Por Florencia Belén Mogno.
El heavy metal y sus diversas formas de expresión, continúan siendo espacios fértiles para la innovación y la pasión en la música argentina, aún dentro de una escena independiente que exige constancia y resiliencia. Más allá de la masividad de géneros, el metal mantiene un público fiel que construye comunidad en torno a la potencia sonora y la energía que transmiten estas bandas.
En ese contexto, las agrupaciones metaleras enfrentan el desafío de no solo producir música de calidad, sino también de consolidar una presencia sólida que les permita sostener su crecimiento y ganar terreno en circuitos que valoran la autenticidad y la entrega artística.
Dentro de ese universo se inscribe y destaca Innerforce, la banda argentina de heavy/power metal que ha logrado consolidarse dentro de la escena musical y que ya llevan un recorrido de más de 10 años de trayectoria.
Con tres discos de estudio (el tercero aún sin estrenarse), el grupo conformado por Francisco Pérez Borchiero, Martín Camps, Agustín Oettel y Marcelo Schiariti lleva dentro de su musica no solo la energía arrolladora del metal sino también la convicción de llevar su proyecto adelante bajo el esfuerzo y el compromiso con lo que aman: la música.
En ese sentido, Grupo Mediatres tuvo la oportunidad de dialogar con Martín Camps para conocer más detalles sobre la historia, el presente y los proyectos que Innerforce tiene para el futuro.
El ascenso de un nuevo referente del metal
En principio, ¿Cuál y cómo es el presente de InnerForce en cuanto a cómo vienen trabajando en el último tiempo? Y
M.C: Innerforce es una banda que es under y que, por suerte, en los últimos tres años fue adquiriendo cada vez mayor solidez, tanto la banda como grupo humano, como músicos y composiciones y el material que sacamos, esto incluye el segundo disco, y el single "My Will Be Done" y el próximo single que va a salir, y el resto de las composiciones que están por grabarse también. Y la verdad es que tenemos la bendición de que, a la gente que le gusta realmente Innerforce, es como que van a la cancha en cada show y cantan los temas y están saltando, y se armó como una comunidad en la que ya hay muchos que son amigos de haberse conocido en shows nuestros. Tenemos la suerte también de que, con el tiempo y lo que fuimos haciendo, cierto nombre adquirió Innerforce dentro del under y eso nos alcanza muchas invitaciones de bandas colegas que también funcionan muy bien, presentaciones de discos, shows en lugares importantes como el Teatro de Flores, o el Vorterix, o El Teatrito. Así que estamos muy felices y motivados a seguir trabajando. Y eso que fuimos consiguiendo es trabajar, y trabajar; y salir a tocar a otros países mientras se hacen videoclips, mientras se graban canciones nuevas, mientras se organizan shows propios, mientras todo. Cultivar las redes sociales también, cambiamos la estética y la forma de comunicación en las redes, y eso también nos está ayudando a fidelizar la gente que tanto nos sigue, o que por ahí en algún show nos ve por primera vez y después entra a las redes sociales y se termina fidelizando.
En sus presentaciones se ve una solidez muy importante en cuanto a su presencia en el escenario. ¿De qué manera trabajan ustedes como banda la dinámica de los shows y cómo han trabajado eso para construir ese vínculo con el público?
M.C: Es algo que sucede de dos formas: hay gente que lo tiene innato y hay gente que lo desarrolla. Yo creo que, en mi caso personal, lo tuve que desarrollar arriba del escenario, porque yo en la vida regular soy súper extrovertido y no tengo problemas de relacionarme con nadie, pero me pasaba que yo me ponía muy nervioso. Y un buen día dije: ‘loco, esto es lo que yo quiero hacer para toda mi vida y con los nervios. No tengo ganas de que sea así’. Y eso era más una autopresión por el tema de pifiar o lo que sea, y pifiar te puede pifiar siempre y la verdad es que en la vorágine del show, y viendo un show completo, un pifie no define ni una persona, ni una banda, ni un show completo. Es algo que puede pasar, como no. Entonces, a medida que fui comprendiendo eso, me fui relajando bastante más. Y ahora es como que sale todo natural. Y no está programado, que eso creo que es lo mejor. Hay muchas bandas que sí tienen determinadas cuestiones de escenario programadas; en nuestro caso no es así. Se va dando todo natural. Y lo más lindo es que a veces simplemente con mirarnos ya nos entendemos qué va a hacer el otro, y nos tratamos de ir acoplando. Después, con respecto al público y el enganche, eso también sucede mucho abajo del escenario. Nosotros siempre, después de tocar, tuvimos la actitud de ir a saludar, agradecer. Si venía alguien a saludar, quedarse charlando, y mucha gente nos sigue hace muchos años, y ya uno puede decir que terminan siendo amigos, porque se han generado asados, comidas con estas personas y no son solamente fanáticos de la banda. Se fue generando una comunidad, y el mejor momento de toda esa comunidad es cuando hay un show en vivo, y la energía va de la banda hacia la gente, y de la gente hacia la bandatodo el tiempo y es una fiesta todo el show.
Por otra parte, ¿cómo se desarrolla el proceso de composición dentro de la banda y cómo logran ponerse de acuerdo sobre qué canciones se transforman en discos o singles?
M.C: En cuanto al tema de la composición, primordialmente la composición sale en general de mi parte, en lo que es la música, y de Agustín, nuestro bajista. De ahí, básicamente lo que hacemos es presentar la idea a la banda, a ver si esa maqueta va gustando o no. Y a partir de ahí ya sí empezamos todos a trabajar en esos temas.
Por ahí tenemos una dinámica de juntarnos todos directamente. En vez de, por ejemplo, ir a la sala de ensayo o ensayar, nos juntamos en una casa y decimos: bueno, vamos a revisar este tema: lo escuchamos, anotamos cosas, vemos qué le podríamos cambiar, qué le podríamos mejorar, qué tipo de melodía vocal se le podría poner y ahí ya vamos aportando todos. Con respecto a cómo ponernos de acuerdo, yo creo que tenemos un punto a favor, que es que, desde siempre establecimos que en esta banda no puede haber egos. Y eso lo que quiere decir es que nadie se puede ofender porque se cambia alguna parte propuesta, o directamente, como nos ha pasado, eliminar un solo de la guitarra. Básicamente, esa es la filosofía que tenemos: de buscar lo mejor para el producto y tenemos una premisa, que es el “no al no”, es decir, no se dice que no a nada sin probarlo y ahí ya es todo democrático, por así decirlo. Una vez que la banda completa se puso de acuerdo en el total de la maqueta de la canción nueva, se la presentamos al productor. Y ahí también pueden cambiar cosas. Se cambian esas cosas, se reveen esas melodías, esos riffs, esos solos, o lo que sea o veces no hace falta cambiar nada.
Ustedes sin una banda independiente ¿cómo ha sido para ustedes llevar adelante un proyecto de esta manera con todo lo que eso implica, tanto lo positivo como los obstáculos?
M.C: Ser una banda independiente es básicamente estar poniendo plata todo el tiempo. Sea que después la recuperes o no, pero siempre vos ponés por adelantado: para alquilar un local, para ir a grabar un tema, para hacer copias de discos, para hacer remeras, y que después, vendiéndolas, te vuelve la plata y es difícil. Pero ser independiente te da también el dar pasos más cortos pero más firmes también. Y eso yo lo valoro mucho, aunque lleve más tiempo. Cualquier carrera de artística es una carrera de resistencia y no de velocidad.
¿Cómo surge Inner Force? ¿Cuál es su historia y cómo se fueron conformando como grupo?
M.C: La banda la empecé yo en 2012. En realidad, en 2012 me puse a buscar músicos, y hasta que apareció el nombre Innerforce, y hasta que conseguí una formación estable que pudiésemos salir a tocar, y con perspectiva de grabar un material fue en 2014, así que eso es lo que nosotros tomamos como el real inicio de la banda. Después, a lo largo de los años, fueron cambiando músicos por diferentes motivos, y la modalidad fue siempre la misma con respecto a las personas que iban ingresando a la banda. Nosotros buscábamos más una calidad de ser humano que un músico, porque con el ritmo que sabíamos que le íbamos a dar a la banda, cualquiera termina tocando bien, te guste o no. Porque si te tenemos ensayando tres veces por semana, tocando los fines de semana, después grabando, es imposible que no se mejore en la ejecución de un instrumento. Entonces lo que siempre quisimos evitar es esas cuestiones de traer a tal que es “la estrellita”; así que siempre pensamos en qué es lo mejor para la banda, y la banda es como si fuese una quinta persona a la que la tenemos que cultivar.
Por último, ¿Qué se viene para Inner Force en cuanto a discos, sencillos, giras y futuros proyectos?
M.C: Lo que resta de este año, tenemos, por suerte, muchas fechas en diferentes provincias. Estamos terminando de confirmar una gira por Brasil de cinco fechas en septiembre y para Chile, en noviembre ya tenemos confirmadas tres fechas, y estamos terminando de cerrar una cuarta. Y después, enfilar también todos los patitos para que el año que viene salga el tercer CD.
Fuente fotografías: Innerforce
Mención: @efectometal
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