El aceleracionismo, una nueva teoría contemporánea

Exploramos la evolución y los fundamentos del aceleracionismo, una filosofía emergente que aboga por intensificar el capitalismo para trascender sus limitaciones y alcanzar un nuevo orden social y económico.

Cultura 07/11/2024
nota doctrina

En un mundo donde la velocidad y el cambio constante son la norma, surge una corriente filosófica que no solo abraza estos elementos, sino que propone intensificarlos: el aceleracionismo. Esta teoría, emergente y controvertida, se sitúa en la intersección de la política, la tecnología y la cultura, desafiando nuestras concepciones tradicionales sobre el progreso y la sociedad.

Nacido de las profundidades del pensamiento marxista y posmoderno, el aceleracionismo se ha ido forjando a través de décadas de reflexiones filosóficas y políticas. La idea central que lo sustenta es revolucionaria: acelerar el capitalismo hasta un punto de ruptura, no para perpetuar sus vicios, sino para superarlos y abrir paso a un nuevo orden social y económico.

Esta filosofía ha sido moldeada y expuesta por una variedad de pensadores influyentes, cada uno aportando su visión única a este complejo y multifacético panorama. En este artículo, exploraremos los orígenes del aceleracionismo, sus principales postulados, y las figuras clave que han dado forma a este movimiento. 

Desde sus raíces en la teoría crítica hasta su manifestación en debates contemporáneos, el aceleracionismo se presenta como un desafío audaz a nuestras ideas preconcebidas sobre el futuro del progreso humano.

El aceleracionismo, una corriente de pensamiento con influencias del marxismo, la filosofía posmoderna, y la ciencia ficción, propone la expansión del sistema capitalista para generar un cambio social radical. 

Se origina en las ideas de los marxistas franceses de los años setenta, como Gilles Deleuze y Felix Guattari, y fue formalizado como un movimiento en 2013 por los ingleses Alex Williams y Nick Srnicek con su "Manifiesto por una política aceleracionista". 

Este movimiento sostiene que hay deseos, tecnologías y procesos generados por el capitalismo que este mismo no puede contener, y que acelerar estos procesos puede conducir a un mundo poscapitalista.

Los planteos centrales del aceleracionismo

El aceleracionismo aboga por la liberación de las fuerzas productivas atrapadas bajo la ideología neoliberal, redirigiéndolas hacia objetivos comunes y un futuro poscapitalista. 

La idea es no destruir la base material actual, sino reapropiarla como plataforma para el futuro. Se debate la posibilidad de que tecnologías como la inteligencia artificial y la biotécnica sean más que medios de producción capitalistas, cuestionando incluso el concepto mismo de lo "humano" en un contexto poscapitalista.

 

¿Cómo se puede aplicar el aceleracionismo en la vida cotidiana?

El aceleracionismo, en su esencia, promueve la aceleración de procesos tecnológicos, económicos y sociales para precipitar cambios significativos en la sociedad. Su aplicación en la vida cotidiana podría comenzar con la adopción y promoción activa de tecnologías avanzadas. 

Esto significa no solo mantenerse al día con las últimas innovaciones sino también incorporarlas en nuestra rutina diaria. Esta filosofía también implica un compromiso con la educación continua y el autodidactismo, especialmente en campos que están en la vanguardia del cambio como la inteligencia artificial, la robótica y la biotecnología.

En un ámbito más práctico, aplicar el aceleracionismo podría significar involucrarse en iniciativas que busquen acelerar el cambio hacia sistemas económicos y sociales más progresivos. Esto puede manifestarse en la participación en startups tecnológicas, proyectos de código abierto o movimientos sociales que desafían el status quo. 

Además, se trata de cuestionar y desafiar las estructuras y prácticas tradicionales en todos los aspectos de la vida, buscando constantemente maneras de mejorar la eficiencia y la eficacia en el trabajo, la educación y la comunidad.

Finalmente, el aceleracionismo en la vida cotidiana implica adoptar una mentalidad crítica y futurista, anticipando y planificando el cambio. Esto va de la mano con el apoyo a políticas que fomenten la innovación y la transformación de nuestras estructuras sociales y económicas actuales. Al adoptar este enfoque, no solo aceptamos el cambio sino que nos convertimos en agentes activos en la configuración de un futuro más avanzado y equitativo.

 

El malentendido con el aceleracionismo

El aceleracionismo, como teoría que abarca campos tan diversos como la política, la economía, la tecnología y la filosofía, sufre de malentendidos principalmente debido a su complejidad teórica y a la diversidad de interpretaciones que existen dentro de su espectro. Esta complejidad se ve agravada por el uso de un lenguaje especializado y académico, que puede resultar inaccesible para el público en general. 

Además, la existencia de diferentes corrientes dentro del aceleracionismo, que van desde perspectivas de izquierda hasta interpretaciones de extrema derecha, contribuye a una confusión general sobre qué representa exactamente el aceleracionismo y cuáles son sus objetivos reales.

Por otro lado, las connotaciones negativas asociadas con algunas interpretaciones del aceleracionismo, que parecen promover un incremento descontrolado de las tendencias destructivas del capitalismo y la tecnología, han llevado a percepciones erróneas. 

En realidad, muchas corrientes del aceleracionismo buscan redirigir las fuerzas del capitalismo y la tecnología hacia fines sociales y políticos progresistas. La asociación de ciertas facciones del aceleracionismo con movimientos políticos radicales ha contribuido aún más a su percepción equivocada, oscureciendo los objetivos de aquellas corrientes que persiguen una transformación positiva y progresista de la sociedad.

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email